14 May Viejos síntomas nuevos. Por Cristian Figueredo Braslavsky
Este año pandémico nos ha convocado de forma directa a depositar nuestra mirada sobre diferentes aristas de la realidad que construimos. Desde el nuevo estatuto del concepto de «presencia» a la eclosión de viejos síntomas nuevos que han tomado protagonismo en el día día de muchísima gente.
Se han disparado las consultas por ansiedad y síntomas depresivos. Las dificultades relacionadas con la alimentación se han incrementado de una forma muy marcada. La necesidad del contacto en muchos y lo incomodo en algunas personas del empuje a mantenerse alejados de los otros, ponen en evidencia que nada de lo que sucede es sin consecuencias… No todo es posible ó si se quiere, todo lo que es posible tiene efectos.
Es así que se presentan nuevas modalidades de hacer con lo que no funciona. Digo nuevas modalidades no porque la presentación del sufrimiento tome nuevas formas. La ansiedad ya estaba allí y de una forma muy potente, pero sí que lo que se presenta como nuevo es el relato de ello y su implicancia en la vida diaria.
Si las cosas se escriben de un modo distinto y sobre nuevos soportes, es casi evidente que no podemos seguir leyéndolas de la misma manera. La lectura de lo que tenemos frente a nuestros ojos es distinta, renovada, inquietante y es justamente esto lo que tomamos aquellos que formamos parte de PSIMA para seguir renovando el deseo de saber, respetando y poniendo en valor la experiencia a la vez que impulsados a lo nuevo que siempre esta por venir…