La anorexia se presenta generalmente bajo una fórmula imperativa de restricción de la alimentación como una vía para poder “controlar” el cuerpo y su imagen.

Esta patología, que se da entre el 1 y 3 % de la población, se considera de alto riesgo en tanto que su propia sintomatología compromete de forma importante al cuerpo y el organismo. Es preciso destacar que se trata de una patología de base psicológica y/o psiquiátrica, y por tanto no puede ser tratada exclusivamente en el ámbito nutricional. De hecho, nuestra experiencia nos ha enseñado que reducir el problema de la anorexia a la alimentación no hace más que agravar la situación. Nuestro equipo multidisciplinar, especialista en el tratamiento de la anorexia en Barcelona, tratará el problema desde la raíz y abarcando todas las áreas que el paciente necesita.

Cuando una persona “decide” dejar de comer o de reducir al extremo la ingesta alimentaria, nos indica que algo no funciona. Es un síntoma que nos da aviso de “otros” problemas que se esconden tras la restricción de la alimentación. Así es que en la Unidad de Trastornos Alimentarios de Barcelona tomamos el síntoma como guía, y no como un enemigo a eliminar sin más. No se trata de un problema cognitivo o educativo, sino que es la expresión de un malestar que toma una forma de una “mala solución” a los problemas que subyacen a la restricción alimenticia.

El tratamiento de la anorexia lo pensamos en cada caso de una forma particular y al detalle, interviniendo un equipo de profesionales de la Psiquiatría, Psicología, Endocrinología y Nutrición. Al tratarse de una patología de base psicológica y/o psiquiátrica, pero con incidencias en el cuerpo, es necesario intervenir desde distintos saberes y de una forma coordinada.

La particularidad de la anorexia radica en que quien la padece, por lo general, es absolutamente resistente a reconocer el problema y por tanto es difícil que desee acceder al tratamiento. Por ello, desde la Unidad brindamos la posibilidad de que quienes se puedan acercar sean los padres o la familia en una primera instancia, si es que se encuentran con estas resistencias. Bien orientadas, las familias toman un rol fundamental en el inicio del tratamiento y en el buen pronóstico que pueda tener la cura.

Nuestra experiencia clínica nos muestra que la anorexia tiene solución si es tratada a tiempo y bajo una orientación que respete los tiempos y la singularidad de cada paciente, como así también contando con la participación activa de la familia.

Si trabajamos sobre las causas que sostienen el síntoma anoréxico, el resultado será su remisión ya que, entendiendo cuál es la función que cumple, podremos construir junto con el paciente otras soluciones más cómodas y saludables. Por tanto, la persona tomará una posición diferente no solo con la alimentación, sino con su vida.