Nuestro enfoque particular se basa en el trabajo en equipo, en donde todos los profesionales del Servicio, de forma periódica, realizan reuniones interdisciplinares para valorar la mejor estrategia terapéutica para cada paciente y la dirección del tratamiento.

Destacamos la importancia de no etiquetar y estandarizar lo que le sucede al paciente, en este caso al niño o adolescente, ya que para obtener cambios significativos es esencial tomar en cuenta la particularidad y la historia familiar de cada uno.

La niñez y la adolescencia son etapas fundamentales ya que en ellas se producen cambios psíquicos y físicos determinantes en la constitución de todo individuo.

Generalmente, los niños no hablan de aquello que les hace sufrir y encuentran otras maneras de manifestar ese sufrimiento, por ejemplo, a través síntomas que requieren de una atención terapéutica especializada. Estos síntomas pueden presentarse como cambios de comportamiento, rechazo a la comida, enuresis, dificultades de aprendizaje, problemas de atención, problemas de sueño, agresividad, etc…

El trabajo con los padres es fundamental; por este motivo, además del trabajo terapéutico con el niño, les ofrecemos un espacio de tratamiento propio que les permita entender qué le sucede a su hijo y poner en palabras su propia angustia.

En la adolescencia también se producen cambios muy importantes: se modifica e intensifica la relación con los padres, se producen cambios físicos y el encuentro con la sexualidad. Es un periodo de confusión y de cuestionamiento de las normas.

En muchos adolescentes, la angustia y el malestar pueden manifestarse a través de conductas de riesgo, impulsividad, agresividad, adicciones, desórdenes de alimentación, depresión y ansiedad, etc., cuestiones que requieren de un trabajo terapéutico que acompañe al paciente a transitar estas dificultades y encontrar algunas respuestas a lo que le sucede.

– Tratamiento que respeta y fomenta la particularidad de cada paciente.

– Apuntamos a la causa del malestar como garantía de una solución eficaz y duradera.

– Tratamiento terapéutico llevado a cabo por profesionales especializados.

Ofrecemos la evaluación, el diagnóstico y la intervención para niños y adolescentes con diferentes dificultades que pueden mostrarse y detectarse en distintas áreas como la afectiva, conductual, de atención o de aprendizaje (TDAH, Dislexia, Discalculia, TND…).

El informe diagnóstico puede ser demandado por una institución o la familia a partir de la detección de ciertos signos que se entiendan de riesgo o posibles alteraciones del desarrollo, teniendo por finalidad establecer una hipótesis diagnóstica que permita orientar una atención terapéutica adecuada.

El proceso de diagnóstico consta de una primera entrevista con la familia, donde se recoge la demanda y se encuadra la historia y evolución de las dificultades del niño o adolescente. Esto permite realizar una selección precisa de las pruebas a administrar para la evaluación de los procesos cognitivos, las dificultades de conducta y aprendizaje, las habilidades de comunicación, lingüísticas o sociales, funciones motrices o del desarrollo afectivo.

Se concluye con una entrevista de devolución, junto con un informe escrito, en el cual se detalla la valoración diagnóstica y las recomendaciones de tratamiento.