Uno de los motivos más comunes que lleva a pedir una primera entrevista con un psiquiatra o un psicólogo es la depresión.

¿Pero qué queremos decir cuando hablamos de estado depresivo?

Bajo esta etiqueta se podrían englobar gran cantidad de síntomas que se despliegan desde el inicio del trabajo terapéutico: afecto de tristeza, apatía, un gran desinterés por lo que le rodea, falta de perspectiva, incapacidad para disfrutar y para realizar actividades que antes eran habituales, quejas repetitivas en cuanto a la relación con los otros que incluso pueden ir acompañadas de la ruptura con un vínculo o lazo social.

En algunas ocasiones y no siempre, es importante contar con un apoyo farmacológico dentro del tratamiento para la depresión que permita iniciar un proceso de cambio a través de un dispositivo terapéutico. La medicación en sí misma no es la solución, pero sí en muchas ocasiones una herramienta, que bien entendida y controlada puede ser útil.

A lo largo de la vida, se suceden momentos de cambio, encuentros, pérdidas, u otros avatares que ponen en cuestión o desestabilizan con facilidad la posición de una persona con respecto al mundo exterior que le rodea.

Cuando no se comprende lo que a uno mismo le genera una gran tristeza o apatía, o no se logra separase de lo que ha perdido, se sufren efectos depresivos.

Podemos considerar que estos síntomas de malestar tan perturbadores siempre van acompañados de la sensación de no comprender o de no querer saber, así como de la renuncia al propio deseo tan característica de la posición depresiva y que nos deja entregados a ese malestar.

Desde el punto de vista de nuestros profesionales del tratamiento de la depresión en Barcelona, el hecho de que una persona se decida a enunciar algo de lo que le acontece, es la puerta de entrada hacia la producción de un nuevo saber acerca de lo que afecta subjetivamente, y sobre lo que le orienta en relación a las elecciones que debe tomar o a las que ya se tomaron no sin consecuencias.

Uno de los elementos más complejos y resistentes en los cuadros de depresión es la dificultad por parte del paciente de hablar sobre lo que le sucede, más allá de enumerar su falta de interés y su apatía frente al mundo que le rodea.

El esfuerzo del tratamiento se dirige a hacer hablar a la llamada Depresión. En PSIMA Barcelona acompañamos y ayudamos al paciente a que pueda desplegar qué se esconde detrás de ese afecto mudo. Porque solo a partir de trabajar en detalle la lógica que articula el síntoma, el paciente tendrá la posibilidad de regular ese afecto mortificante y abrir una nueva vía, en donde su deseo singular se ponga en juego.

Es por esta razón que no podemos hablar de un tratamiento estándar para la depresión, ya que en cada persona, el síntoma se articula de manera singular. En nuestro centro especializado contamos con expertos en el tratamiento de la depresión en Barcelona que analizan y estudian cada caso para conseguir los mejores resultados en cada paciente.

El tratamiento farmacológico puede ser una herramienta que en cada caso hay que valorar, ya que nuestra posición en relación a la medicación se sostiene en la clínica diferencial, tomando cada caso como único y pensando la mejor forma de tratar cada depresión.

En PSIMA Barcelona proponemos un espacio en donde trabajar esas dificultades personales, que tienen como consecuencia el afecto depresivo. Respetando la singularidad de cada paciente y orientando el tratamiento para la depresión a partir del trabajo clínico del Equipo de profesionales.