ENCUENTRO CON EL EQUIPO DE PEDIATRIA DEL HOSPITAL CIMA. Por Cristian Figueredo Braslavsky

Justamente ayer escribí unas líneas sobre el valor de un encuentro y hoy me he dado cuenta que era una especie de  prólogo a lo que fue el encuentro de hoy con el equipo de Pediatría del Hospital CIMA. En esta ocasión la invitación fue para que podamos encontrarnos y hablar de algunas dificultades que los médicos se encuentran en las consultas, específicamente con las madres y los padres de los pequeños pacientes.

De forma espontánea surgió en el intercambio un sintagma que encierra la fotografía de la actualidad: «Padres altamente demandantes«. Esto me llevo a pensar en la mirada ciega de la actualidad en donde por un lado se pone de manifiesto la sintomatología infantil, llevándola al estatuto de patológico. Esto lo observamos en la proliferación diagnóstica y la medicalización correspondiente de la infancia. Hiperactivos, altamente demandantes, desinteresados, deprimidos, aburridos, irrespetuosos, llenos de toda y sin ganas de nada, incapacidad para valorar lo que tienen y un largo etc.

Lo que se pone de manifiesto en este señalamiento y el empuje a lo que debería ser el tratamiento para normalizar lo que no funciona, es que la mirada siempre es sobre la infancia, nunca son los adultos. La cuestión es que esto nos muestra claramente la queja como característica de lo sintomático que sería lo que no va bien, lo que molesta, lo que no funciona.  En las consultas de psicología y psiquiatría esto lo tomamos como una orientación clínica porque un síntoma siempre se pone de manifiesto para denunciar lo que no va bien, a la vez que cumple una función.

Así que en este encuentro con los pediatras ha surgido un tema que cada vez toma mas fuerza en las consultas de los diferentes servicios, la demanda a una respuesta inmediata, que se adapte a las necesidades del paciente y que cumpla con sus expectativas, no vaya a ser que la realidad le lleve la contraria y tenga que vérselas con la frustración de asumir que las vida no se nos presenta como queremos sino como se presenta, es decir sin saber como.

Me quedo con el encuentro con l@s compañer@s en donde juntos podemos pensar desde que lugar responder a la demanda que siempre es infinita.