La sesión clínica y el control del equipo.

Las sesiones clínicas son un espacio fundamental en nuestra práctica. Mas allá de compartir con los compañeros del servicio los casos y las dificultades que en la dirección de una cura se van haciendo presentes, se pone en común el trabajo realizado y se formaliza una articulación entre práctica y teoría.

Por otro lado apostamos por supervisar nuestro trabajo con profesionales externos y de gran experiencia, como un modo de impulsar el trabajo teórico – clínico.

El control del trabajo clínico es un eje fundamental en nuestra forma particular de entender el modo de abordar el sufrimiento humano. El especial interés por los detalles y las sutilezas del discurso de quien decide abordar aquello que le hace sufrir, requiere una implicación y atención máxima, que debe ser puesta siempre en discusión.

El espacio de discusión por excelencia es la sesión clínica, justamente por cumplir una función reguladora de una práctica fundamentalmente íntima. El contar con la figura del Supervisor externo, es una herramienta preciosa para generar un verdadero intercambio sobre la dirección del tratamiento.

De forma periódica y sostenida en PSIMA organizamos estos encuentros para dar soporte a las mas de 1500 visitas mensuales que atendemos.