CARTAS SOLIDARIAS V – COVID 19

Aqui compartimos otra carta de un anónimo para transmitir ánimo a tod@s nuestr@s compañer@s del Hospital CIMA.

 

Permíteme que me dirija a ti como “mi héroe” o “mi heroína”…

Hoy te escribo desde mi casa, absolutamente confinada, pero no se me escapa que podría ser yo una de las muchas personas a las que estáis atendiendo sin descanso, día y noche, hasta acabar extenuad@s y poniendo en peligro vuestras vidas para ayudar a los demás. Eso es VOCACIÓN, desde luego, y AMOR por los demás!

Absolutamente confinada porque sé que eso es lo que podemos hacer nosotros para ayudaros: evitar todos los riesgos posibles!!

Imagino que cada día escuchas los aplausos a las 8, o al menos sabes que los hay. Pero has de saber que esos aplausos no son sólo los minutos tan emotivos a las 8h con muchísimas personas asomadas a los balcones. Cada día yo, como tantísimas otras personas, os estamos aplaudiendo constantemente desde el corazón: con cada noticia, con cada imagen, con cada ruego y súplica vuestra pidiendo mascarillas, batas, respiradores… con cada vida que sabemos que salváis, con cada amigo ingresado que nos cuenta que le estáis ayudando a salir adelante…

GRACIAS!!!! Los aplausos es lo que os podemos hacer llegar, pero se quedan muy cortos ante tanta gratitud como sentimos!!

Te estoy escribiendo y no sé si eres joven o mayor, ni qué identidad sexual tienes… pero sé que eres un/a profesional sanitari@ (médic@, enfermer@, auxiliar….) que estás cansad@; una persona que ahora necesita sentirse acompañada, necesita reunir coraje y fuerzas de donde no las hay para seguir trabajando 12h,15 h o más horas diarias; que necesita esperanza para confiar en que va a salvar MUCHÍSIMAS MÁS VIDAS DE LAS QUE SE VAN A IR; confiar en que todo esto pasará…

NECESITAS SABER QUE TÚ HAS CONTRIBUIDO A HACER UN MUNDO MEJOR…

Te voy a contar algo de mí. Yo me llamo Nuria. Soy una mujer de 58 años de edad…

Parece mentira! Lo escribo y me cuesta creerlo! Me siento tan cerca todavía de la niña y la adolescente que fui, de la joven mujer emprendedora que arriesgó muchas cosas para encontrar en la vida su vocación… Yo me dedico a acompañar a personas y equipos a desempeñarse mejor en su trabajo, te lo cuento muy sintéticamente. Y quiero creer que las cartas que os estamos escribiendo te pueden a ayudar también a ti…

Como sabrás, hay montones de chistes circulando en las redes sobre nuestros días de confinamiento… El humor nos ayuda a superarlo, es difícil estar “encerrados”. Pero en mi caso, lo malo no es el confinamiento en sí; eso, la verdad, es muy llevadero. Lo malo del confinamiento para mí es el miedo que aún tengo a desarrollar la enfermedad… A salir a la calle a hacer una compra con todas las precauciones y contagiarme… Y cada día que descuento de cualquier posible contagio es un día que respiro más tranquila. Y cuando la ansiedad se apodera de mí, y me pongo en lo peor, me ayuda pensar que tenemos unos excelentes equipos médicos, un personal sanitario cualificadísimo… y que estaríais allí para ayudarme… Que tú estarías allí para ayudarme! Estoy segura de que tú también tienes MIEDO… Estamos juntos en esto, lo compartimos, pero tu miedo está mucho más justificado que el mío, porque te expones a diario, y sin embargo ahí sigues. Esto es para mí heroicidad!!

Voy a ir terminando… Quiero repetirte, una vez más: ÁNIMOS, ESTAMOS CON VOSOTROS, NO ESTÁIS SOLOS!!

Desde nuestras casas, confinados, os enviamos energía, apoyo en lo que podemos, y nuestras oraciones, para lo creyentes…

Sé que por más veces que os lo repitamos y más cartas que os hagamos llegar, lo que hacemos nosotros es sólo es un granito de arena comparado con TODO lo que vosotros estáis haciendo!

Pero confío en que muchos granitos de arena como el mío os ayuden, os alienten, os devuelvan un poco de energía y os calienten el corazón.

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!!!

ERES MI HÉROE

ERES MI HEROÍNA!