Independientemente del tipo de consumo, sea este problemático o adictivo, el cannabis tiene una complicación añadida en tanto que es percibida socialmente como una droga blanda o recreativa. Lo cierto es que genera tolerancia y, por tanto, es necesario un mayor consumo en la búsqueda de la consecución de los mismos efectos. Por otro lado, esta sustancia está asociada directamente y en un alto porcentaje al desencadenamiento de episodios psicóticos en estructuras predispuestas.

Nuestra filosofía y experiencia profesional se sustenta en la idea de que, si hay consumo de una sustancia, es porque esta cumple una función en la vida de quien la consume. El tratamiento que proponemos en la Unidad Hospitalaria de Conductas Adictivas se sostiene en conocer las causas del consumo y la imposibilidad frente a la que se encuentra el paciente de poder abandonarlo por sí mismo. De esta forma, apuntamos a comprender el porqué del consumo y así abordar terapéuticamente un cambio profundo, que permitirá al paciente abandonarlo y tener una vida más cómoda sin la necesidad de la sustancia.